Psicólogo Muerte y Duelo

Cuando perdemos a una persona a la que queremos mucho gran parte de nuestra vida se va con ella. Si perdemos a alguien que daba sentido a nuestra vida perdemos el sentido, la ilusión y la esperanza de seguir viviendo y aparece la tan temida depresión. Lo realmente duro de este momento es precisamente entender que este sentido no puede ser recuperado. Si nuestra situación económica es complicada porque hemos perdido el trabajo podemos reorientarnos y buscar otro que a la postre puede ser mejor que el que teníamos y ahí está la ilusión que nos ayuda a recuperar el sentido. Del mismo modo, si perdemos el amor que teníamos a una persona porque nuestra relación ha terminado siempre podremos buscar nuestro sentido en un amor nuevo que nos devuelva la energía y la ilusión. Pero cuando la pérdida es irrecuperable porque esa persona nunca más volverá y no hay nada que nosotros podamos hacer por devolverla a nuestro lado no nos queda más que la aceptación y el compromiso que con nosotros mismos podemos firmar para aceptar el vacío y seguir viviendo con optimismo y esperanza orientados hacia el futuro. Ya es difícil vivir este proceso de recuperación. No tienes por qué afrontarlo solo. Pide ayuda.