Separacion Matrimonial

Separacion matrimonial.
Uno de los momentos más duros a los que un ser humano ha de enfrentarse y que en mayor o menor medida todos hemos vivido es la separación de una persona a quien hemos amado después que se ha comprobado que cualquier opción de revivir la relación es inviable.
El sufrimiento ante una separación es un síntoma de un trastorno de adaptación porque el sufrimiento nace de la dificultad que sentimos para adaptarnos a un nuevo escenario vital. Los seres humanos somos animalitos de costumbres. Cuesta mucho adaptarse a una nueva casa, a perder amigos, a la soledad y cuando la separación arrastra con ella lo que más amamos que en muchas ocasiones son nuestros propios hijos el dolor se hace insoportable.
Esta página se crea porque el de la separación es uno de los problemas que más trabajamos en nuestro gabinete. Hemos ayudado a muchísimas personas en todos estos años a recomponerse, a reinventarse y adaptarse para saltar al abismo que se abre ante nosotros cuando tomamos la decisión de separarnos o tal vez a conseguir el valor suficiente para dar el paso que estamos retrasando desde hace tanto tiempo. Quizá hoy sea ese día para empezar de nuevo. Podemos ayudarte….
Separación de pareja.
Cuando hemos intentado todo para salvar una relación y descubrimos que, tras haber intentado superar obstáculos y acercar posturas mediante la terapia de pareja no hay alternativa a la separación una forma de vida termina y un nuevo sentido ha de comenzar.
Para cualquier otro trastorno la orientación en valores hacia un sentido nos da la respuesta a las múltiples preguntas que se formula el individuo. Para el trastorno de adaptación mucho más. Podríamos usar la analogía de un barco a la deriva, ya sea en momentos de tormenta si la separación resulta problemática o serenidad si la separación ha llegado de mutuo acuerdo y amistosa todo barco para poder navegar necesita un rumbo que seguir, una orientación, un objetivo, un SENTIDO.
Una pareja, como cualquier otra cosa viva, tiene un día de nacimiento y un día de fin. Todo lo que nace muere y esto es inevitable. Aunque el fin puede venir por causas naturales en muchas ocasiones la pareja como unión viva de dos seres humanos llegará al final de su ciclo inexorablemente. ¿Qué es la vida sino una sucesión de ciclos vitales? Si a la infancia le sustituye la adolescencia, a la adolescencia la etapa adulta y por fin la ancianidad como último de los ciclos de la vida que se suceden en las relaciones personales también se alternan ciclos que van modificando el modo en que los miembros de una pareja se comportan recíprocamente.
Aún diría más que a lo largo de la vida de una persona se sucederán en su camino personas que habrán de completar el ciclo de relaciones que se fueron sucediendo a lo largo de la historia de una persona. Pocos son aquellos en nuestros días que solo han tenido una pareja a lo largo de toda su vida pues la cultura de nuestros tiempos entiende a diferencia de otras épocas pretéritas que los amores también se suceden con el paso de los años.
Aquellas personas que entienden que la vida esta compuesta por ciclos sucesivos y que la relaciones no tienen vitola de permanencia y estabilidad en el tiempo sino alternancia natural en el devenir de la vida entienden con mayor facilidad y están mejor preparados para afrontar el cambio que supone una separación de pareja.
La perdida de la separación matrimonial.
Una separación cambia radicalmente el sistema de valores que una persona se ha acostumbrado a tener. Así una persona cuando rompe su pareja sentirá miedo ante la nueva situación de su vida en la que indudablemente perderá muchas cosas que sentía que tenía y que consideraba valiosas. El confort, la estabilidad, la seguridad de lo acostumbrado son activos que has perdido cuando te separas. Si sólo eres capaz de observar el polo negativo de tu cambio en las circunstancias de tu vida sufrirás mucho, pero si alejas el foco de tu atención y consigues palpar la inmediatez de otros campos de tu vida que hasta este momento no habías explorado posiblemente verás que la libertad, la independencia, disfrutar de la sorpresa de lo inesperado y descubrir cosas en ti mismo que no conocías pueden compensarte e incluso salir beneficiado. “Nunca la medicina avanzó tanto como tras la tragedia de la guerra” es una frase que dijo un conocido filósofo y que refleja como de la tragedia más dolorosa también se puede sacar un avance positivo y una transformación hacia un estado mejor de las cosas.
Separación con hijos.
Capítulo aparte merece la separación cuando lo que se termina no es solo la relación con la persona que compartió un tiempo de nuestra vida. Cuando dicha relación no puede terminar de extinguirse porque quedan como comunes los hijos, la separación se torna más difícil aún si cabe. Cuando una relación se acaba, como habíamos dicho, el ciclo vital que la comprendía se cierra, pero esta clausura no será posible si los hijos quedan pendientes como patrimonio común indivisible. El derecho de familia puede dividir el tiempo de estancia de los hijos con sus padres por separado, pero no puede dividir los afectos ni cambiar el sentimiento de pertenencia a una identidad dual que todo hijo siente tiene con sus padres.
Separación: Un nuevo sentido.
Una persona se adaptará mejor a su nueva situación vital y sufrirá lo menos posible si consigue crear un nuevo sentido en su vida construyendo un nuevo ciclo para continuar con su vida de un modo positivo, optimista, seguro y con perspectivas de futuro.
Para ello es importante que redefina sus metas, sus objetivos. Así, una persona que se separa inevitablemente abre un hueco en su agenda en donde muchos momentos que antes quedan compartidos en la cotidianidad de la pareja ahora quedan libres sin compromiso. En tus manos, o mejor dicho en tu cabeza, queda decidir qué hacer con ese tiempo. Si lo empleamos correctamente descubriremos nuevas aficiones o quizá antiguas que habían quedado desplazadas por la pareja. Si nuestra idea de sentirnos felices pasa por compartir nuestra vida con otra persona será el momento de buscar a esa persona que llene nuestra vida de buenos momentos porque en ocasiones las segundas o terceras oportunidades mejoran las primeras pues conoce el individuo modos de evitar antiguos errores. Una persona que no diseñe bien como quiere que sea su próxima relación sentimental se dejará llevar tal vez al abismo y tal vez termine en relaciones poco satisfactorias que ahonden su sensación de soledad. Es importante la terapia psicológica en este sentido para evitar errores típicos de aquellas personas que, finalizada la relación de pareja que se había vuelto tóxica terminan en otra mucho peor que aquella que consiguieron terminar.
Reconstruir significa aprovechar lo que queda para crear algo nuevo. Es importante hacer una introspección real y recolocar la autoestima en su lugar adecuado. Cuando una pareja se rompe inevitablemente los valores que la componían se resienten y con ellos el autoconcepto y la autoestima. Conviene estar seguros de quien somos y conocernos de un modo realista y sincero para no creernos lo que no somos para bien y para mal. Ni todo esta perdido ni hay nada ganado simplemente nuestra vida se ha transformado.
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